El pasado 18 de octubre, El Cuarteto de Nos encendió el Palacio de los Deportes con una noche que mezcló humor, crítica social y pura energía rockera. La banda uruguaya regresó a México con una presentación poderosa, reuniendo a fans de todas las edades que cantaron cada tema con euforia.
Desde el inicio con “Cara de Nada” y “El Hijo de Hernández”, el público se entregó por completo. El setlist recorrió lo mejor de su carrera, con canciones recientes y clásicos que marcaron generaciones. Sonaron temas como “No Llora”, “Me Amo”, “El perro de Alcibíades”, “Invierno del 92” y “Miguel gritar”, logrando un equilibrio perfecto entre lo nuevo y lo nostálgico.
El ambiente fue inmejorable: luces intensas, visuales psicodélicos y un sonido impecable hicieron vibrar cada rincón del recinto. Entre risas, coros y saltos, el show reflejó la esencia del Cuarteto: irreverente, divertido y con un toque filosófico que solo ellos pueden lograr.
Sin embargo, la noche tuvo un momento inesperado. Durante la interpretación de “Maldito Show”, Roberto Musso sufrió una caída del escenario. La banda hizo una pausa breve mientras el público, con preocupación, coreaba su nombre. Afortunadamente, el incidente no pasó a mayores y, con el aplauso y cariño de todos, Roberto volvió al escenario para continuar el concierto con más fuerza que nunca.
La energía del público nunca decayó. Canciones como “Rorschach”, “Cinturón Gris” y “Gaucho Power” provocaron una conexión total entre banda y fans. El cierre, con “Yendo a la casa de Damián”, fue una explosión de emoción y gratitud, dejando claro por qué El Cuarteto de Nos sigue siendo una de las bandas más queridas y vigentes del rock latino.
Fue una noche que combinó música, emoción y resiliencia. A pesar del susto, el grupo demostró su profesionalismo y amor por el escenario, consolidando una vez más su lazo con el público mexicano.
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