El pasado 3 de agosto asistimos a la mágica presentación de Bratty en House of Vans donde, además de poder escuchar en vivo su nuevo sencillo “Agosto”, tuvimos la oportunidad de celebrar el cumpleaños de Jennifer Abigail, nombre real de la mente creativa detrás de este proyecto.
Originaria de Sinaloa, Jennifer ha logrado conquistar corazones nacionales e internacionales -como podemos constatar con su presentación en Coachella hace solo unos meses atrás-. Y es que, ahora que nosotros hemos podido presenciar su show en vivo, entendemos todo el cariño con el que la ven sus fans. En cuanto se subió al escenario dejó toda su energía en cada acorde, y con ello contagió a todos aquellos que estábamos reunidos en aquél icónico recinto de la Ciudad de México. No había nadie quieto; algunos movían la cabeza, otros saltaban y los demás cantaban a todo pulmón, pero todos y cada uno de nosotros estábamos realmente presentes en ese momento.
“Radio” fue la primera canción que hizo vibrar al House Of Vans con la voz dulce y las vibraciones de la guitarra roja de Bratty. Seguido de “Agosto”, el nuevo sencillo que mencionábamos al inicio de la nota. Canción que le habla desde la tristeza a una generación que se identifica plenamente con la letra de Abigail.
Sin duda fue una de las canciones que más me conmovieron a lo largo de la noche; aunque, juzgando por lo que observé, no fui la única.
Y es que esa es la magia de Bratty. Ha logrado canalizar las inquietudes, miedos y sentires de muchas personas de su generación, lo que ayuda a que sus oyentes conecten de inmediato con su propuesta.
La noche siguió y nos regaló “Lejos”, “Estos días”, “Jules”, “Continental” y su obra con la que incursionó en el reguetón: “Tuviste”- que en la humilde opinión de esta autora, se podría considerar como una excelente primera excursión dentro del género-.
Hasta que llegó el turno de su éxito más reconocido, “Honey, no estás”. Canción que puso a más de uno a llorar –incluyendo a la autora de esta nota-.
Todo el mundo coreaba al unísono bajo las luces resplandecientes, y de repente, el ambiente se llenó de una nostalgia innegable. Sin embargo, Bratty no nos dejó ir con ese nudo en la garganta pues la última canción que interpretó fue “Tdbn”.
La batería empezó a sonar, el tono alegre de su guitarra y un público que coreaba “Todo bien, todo bien” hasta que el show llegó a su fin y cambiaron el canto por un grito que pedía eufóricamente “otra más”. Cosa que no sucedió, y es así que con ese sube y baja de emociones llegaba a su fin la participación de Bratty en esta edición del House Of Vans.
Sin duda alguna esperaremos su regreso a la Ciudad de México; verla en vivo es una experiencia de la que nadie podría arrepentirse.