Un viaje psicodélico y lleno de locura
Este 7 de junio, el Auditorio Nacional vibró al ritmo inconfundible de La Castañeda, una de las bandas más emblemáticas del rock mexicano. Con una trayectoria de más de tres décadas, el grupo ofreció un concierto inolvidable, lleno de energía, nostalgia y una conexión única con todos sus fanáticos.
Desde los primeros acordes, La Castañeda dejó claro que la noche sería épica, no solo por la vibra que transmitía su público con cada grito, sino también con su escenografía y luces que hacían brillar aún más a la banda con solo la primera canción.
La noche mágica comenzó con “Todo pasará”, una nueva canción lanzada en mayo de este año con la que la banda regresa más fuerte que nunca, la cuál de inmediato encendió los ánimos de los asistentes.

Así mismo, las luces y proyecciones psicodélicas arrojaron al público a un universo visual que complementaba perfectamente la música y el guitarreo frenético de los artistas. El escenario, decorado con elementos teatrales y simbólicos, reflejaba la esencia artística que siempre ha caracterizado a la banda.
La banda desplegó un setlist cuidadosamente seleccionado, que combinó éxitos clásicos como “Noches de tu piel” y “Transfusión” con temas más recientes como su nuevo sencillo, demostrando que su creatividad y genialidad siguen intactas y en cada puesta en escena, la banda se reiventa para ser mejores músicos en directo. Cada canción fue acompañada por gritos y coros del público, los cuáles no dudaron ni un segundo en sentir las canciones y vivirlas intensamente conforme la agrupación las iba tocando.
Uno de los puntos más altos de la noche fue la interpretación de “Orquídea”, una balada que dejó a más de uno con los ojos cristalinos. La voz de Salvador Moreno, inconfundible y llena de matices, resonó con fuerza en cada rincón del recinto, mientras los demás integrantes de la banda ofrecieron una ejecución impecable en sus instrumentos.
Fieles a su espíritu artístico y teatral, La Castañeda ofreció un espectáculo que iba más allá de la música. Los cambios de vestuario, las máscaras y los elementos del escenario reforzaron la narrativa de sus canciones, brindando una experiencia multisensorial desde los fans más fieles hasta los nuevos oyentes de la banda.
Hubo también momentos en los que el vocalista bajó del escenario y se mezcló con el público,interactuando con los asistentes y haciendo que la conexión entre escenario y audiencia fuera aún más profunda.

Entre canciones, Salvador Moreno compartió reflexiones sobre la importancia del arte como medio de expresión y resistencia. También recordó los inicios de la banda en los años 90 y agradeció a sus seguidores por acompañarlos en este largo viaje. Sus palabras resonaron con fuerza y arrancaron aplausos y ovaciones de una audiencia que se mostró completamente entregada a la banda que les ha brindado poemas y melodías desde sus inicios.
Sin duda, el concierto que dio La Castañeda en el Auditorio Nacional demostró una vez más el tamaño de banda que son a la hora de presentarse en el escenario, creando una sinergia enorme entre canciones clásicas y un sonido fresco, el cuál es potenciado por la voz del gran vocalista Chava Moreno para crear una explosión de sonidos únicos en directo.
Sin duda alguna, tienes que ver a La Castañeda por lo menos una vez en tu vida.