Hay bandas que no necesitan presentación, pero merecen ser contadas otra vez.
Toto es una de ellas.
Formada en 1977 en Los Ángeles, su música ha cruzado generaciones, géneros y geografías. Rock, pop, soul, progresivo: todo cabe en el universo sonoro de una banda que no tiene miedo a ser virtuosa, emocional y monumental al mismo tiempo.
Este 20 de noviembre, regresan a Ciudad de México para presentarse en el Palacio de los Deportes, con un concierto que promete ser más que un repaso de hits: una celebración de la historia viva del rock.
Imposible no pensar en “Africa”, ese himno de sintetizadores y percusiones que ya no es solo una canción, es un ícono de la cultura pop global.
O “Hold the Line”, “Rosanna”, “Georgy Porgy”… temas que resisten al algoritmo y al tiempo porque no fueron hechos para pasar de moda, sino para quedarse en el cuerpo.
Aunque no vienen promocionando un álbum nuevo, el tour “Dogz of Oz” es una oportunidad para verlos en una de sus etapas más maduras y potentes.
Es la prueba de que la experiencia también puede ser épica.
Toto es una de esas bandas que te recuerdan que la música tiene distintos matices. Este concierto no es solo para fans de la vieja escuela. Es para cualquier persona que valore la maestría, la emoción y el poder de una canción que se te queda pegada al alma.
Los boletos ya están disponibles a través de Ticketmaster.
Y sí, vale la pena ir. Porque no muchas bandas pueden decir que siguen llenando estadios 40 años después.
Y porque, seamos honestxs: “I bless the rains down in Africa” suena mejor en vivo
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